Responsabilidad Social Empresarial y el Medio Ambiente
Nuestra huella de carbono
Todos contribuimos diariamente al cambio climático. Las emisiones de dióxido
de carbono que producimos conduciendo un vehículo, viajando en avión o dejando
las luces encendidas aumentan rápidamente.
Nuestra huella de carbono mide la cantidad de emisiones de gas de invernadero que nuestro estilo de vida crea. Para reducir nuestro impacto en el cambio climático, lo primero es saber la cantidad de emisiones de la que somos responsables.
El BID reconoce que las emisiones de gases de invernadero originadas en sus actividades son un componente fundamental de su huella ambiental, y por ello se ha comprometido seriamente con la neutralización de sus emisiones. El Banco ha sido pionero de este concepto con la neutralización de emisiones durante su reunión anual de 2006, convirtiéndose en la primera institución multilateral de desarrollo que se proponía medir y manejar su huella ambiental.
Desde el 2007 el Banco ha neutralizado todas las emisiones inevitables
originadas en su sede a través de una serie de proyectos de compensación de
emisiones en América Latina y el Caribe.
Nuestra huella de carbono mide la cantidad de emisiones de gas de invernadero que nuestro estilo de vida crea. Para reducir nuestro impacto en el cambio climático, lo primero es saber la cantidad de emisiones de la que somos responsables.
El BID reconoce que las emisiones de gases de invernadero originadas en sus actividades son un componente fundamental de su huella ambiental, y por ello se ha comprometido seriamente con la neutralización de sus emisiones. El Banco ha sido pionero de este concepto con la neutralización de emisiones durante su reunión anual de 2006, convirtiéndose en la primera institución multilateral de desarrollo que se proponía medir y manejar su huella ambiental.
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